Cada vez se nos hace más visible la presencia de recursos provenientes de actividades ilícitas en política, en la economía y en la vida social. Y por igual, cada vez parece algo que vamos normalizando y perdiendo fuerza en el reproche legal y social.
Y pareciera extraño que afirmemos eso en un momento que acaban de condenar a una legisladora relacionada con actividades del narcotráfico. Y luego de haber extraditado a otro a los Estados Unidos, también acusado de la misma actividad.
Pero es curioso, el extraditado se mantuvo en nómina durante mucho tiempo aún en prisión en los EEUU. Y en el caso de la legisladora su inmunidad la protege hasta agosto 16 cuando vence su mandato legislativo.
Lo ilícito no puede sobreponerse a lo legal, bajo ninguna circunstancia. Es necesario revisar todo nuestro andamiaje legal para corregirlo.
Y prestarle seria atención a la normalización de lo ilícito.