EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El “premio gordo” obtenido por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en las pasadas elecciones, consiguiendo un decisivo y contundente triunfo que lo lleva a controlar todos los poderes de elección popular, es un abierto desafío a la capacidad de recomposición a la que ahora se ven forzados al menos tres de las organizaciones políticas que más han gravitado en la etapa democrática de la República Dominicana.
Se trata de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC), entidades que seriamente han sido afectadas por una debacle electoral en los pasados comicios que se decidieron los niveles presidencial y legislativo.
Lo del pasado domingo fue como para rematar, ya que antes, en la contienda municipal para escoger alcaldes, regidores, directores de distritos municipales, vocales y demás, esos mismos partidos recibían la primera embestida electoral, siendo finalmente “derrumbados” en el proceso electoral recién concluido.
El revés o golpe electoral sufrido por estos partidos se vuelve más que notable cuando la historia política ubica al PRSC, PLD, y al PRD como las tres organizaciones que por más tiempo han gobernado a la República Dominicana.
Entre los tres, y de manera conjunta, han dirigido los destinos de la nación por 54 años y siete meses, distribuidos así: 22 años que gobernaron los reformistas, 20 dirigidos por los peledeistas y 12 años y 7 meses que lo hicieron los perredeistas.
Se trata de las administraciones encabezadas por Juan Bosch (7 meses-PRD), Joaquín Balaguer (12 años primera etapa-Partido Reformista), Antonio Guzmán Fernández (4-años-PRD), Salvador Jorge Blanco (4 años-PRD); Balaguer (10 años-segunda etapa-PRSC), Leonel Fernández (12-años alternado-PLD), Hipólito Mejía (4 años-PRD) y Danilo Medina (8 años-PLD).
Como se ve, de manera súbita salen prácticamente de juego los partidos que han predominado en el ejercicio del poder, desde la celebración de las primeras elecciones democráticas organizadas en el país, y que se llevaron a cabo el 20 de diciembre de 1962.
Un duelo por la sobrevivencia es lo que ahora les espera a los partidos Revolucionario Dominicano, Reformista Social Cristiano y de la Liberación Dominicana, en un desafío que, por encima de cualquier cosa, pone a prueba su competencia para remediar lo sucedido y pasar a rehacerse y restaurarse como los grandes partidos políticos que una vez fueron.
EL RESURGIR: CÓMO LOGRARLO
Se necesitará de una serie de factores, y diversas opciones y alternativas, las cuales no avanzarán en línea de progreso sin que primero surja esa autocrítica y reflexión interna que se impone en un proceso de cambiar todo lo que ha salido mal.
La identificación y reconocimiento de las fallas en que esos partidos han incurrido a lo largo de todos estos años (en particular su desempeño en los últimos procesos electorales), errores que paulatinamente los fue alejando y apartando de la competencia electoral.
Buscar y diseñar entre las mejores estrategias políticas, con acciones y discursos que de manera efectiva logren conectar con un electorado que se vuelve cada vez más exigente y que el liderazgo político dominicano parece pasar por alto o ignorar.
El cambio de caras o rostros, como algunos sugieren en las cúpulas de esos partidos, debe ir de la mano con las mejores propuestas para encarar los grandes temas de la agenda de nación.
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