Elecciones, At Dominican y sus coberturas
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- A partir de las elecciones de 2012, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) iniciaba un tercer período consecutivo dirigiendo los destinos nacionales, ahora a través de una nueva cara (Danilo Medina), mientras que los resultados de esos mismos comicios empujaban al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) a un oscuro proceso de adversidades que lo llevarían a una gran división interna, detonando luego en una crisis que haría surgir a la organización política que hoy lleva las riendas del país.
En las urnas se iban a enfrentar dos fuertes candidatos presidenciales, Danilo Medina por el PLD contra Hipólito Mejía, quien iba en la boleta de un PRD que entró al proceso de campaña ya con cierta debilidad interna, la que luego se volvería tan grande que terminó dando al traste con la unidad del partido.
Otros candidatos iban por los denominados partidos emergentes, como Guillermo Moreno, Eduardo Estrella, Julián Serulle Ramia y Max Puig, quienes nunca representaron una amenaza en la jornada electoral.
Un año antes, el PLD celebraba su proceso interno, unas primarias en las que Medina resultó ampliamente ganador para convertirse en el candidato, por segunda vez, del partido morado, mientras Miguel Vargas Maldonado caía internamente derrotado por Hipólito Mejía en la convención del PRD.
Lanzados al ruedo, la competencia electoral Danilo-Hipólito se hacía cada vez más fuerte y ambos candidatos desarrollaron una campaña intensa, en aras de ganar ventaja uno sobre el otro entre los votantes.
En su rol de opositor, Hipólito Mejía ofrecía, entre otras promesas, sacar al país de la crisis moral en que afirmaba los gobiernos peledeístas habían sometido a los dominicanos en los últimos ocho años.
También acusaba al Gobierno del PLD de supuestamente estar desatando una ola represiva en contra de militantes y dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, lo cual tajantemente fue rechazado por el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque y el ministro de la Presidencia, César Pina Toribio.
Mientras la campaña de Danilo Medina propagaba una frase que se volvería muy popular: “corregir lo que está mal, continuar con lo que está bien y hacer lo que nunca se hizo en la República Dominicana”.
En este proceso electoral fue que el senador peledeísta Wilton Guerrero (provincia Peravia), involucró al candidato presidencial del PRD en presuntos asuntos del narcotráfico y de manera específica decía que el jefe del cartel de Sinaloa, México, habría transportado a Hipólito Mejía.
Se trató de un espinoso caso que terminó siendo debatido en los tribunales dominicanos, donde Hipólito finalmente y luego de varios años, obtuvo ganancia de causa.
ENCUESTAS MUY DISPARES
Las encuestas que medía las preferencias electorales, eran marcadamente disparejas en los resultados que presentaban.
Contrario a los escenarios políticos en que las firmas encuestadoras presentan números diferentes, pero con un mismo candidato aventajando, en la campaña del 2012 unas daban ganador a Danilo y otras proyectaban el triunfo de Hipólito.
Esa situación hizo que reinara un triunfalismo en ambos proyectos presidenciales y fue además, lo que hizo que el perdedor el día de las votaciones desconfiara más que nunca de los escrutinios.
En efecto, cuando la Junta Central Electoral (JCE), entonces dirigida por Roberto Rosario Márquez, declaraba ganador a Danilo Medina y al PLD, Hipólito Mejía y el PRD se mostraron incrédulos a los resultados, y no fue sino a los dos días cuando el candidato opositor vendría a reconocer públicamente su derrota.
Comienza división en el PRD
Consumada el triunfo del PLD, el PRD se abocaba a la búsqueda de los presuntos culpables de la derrota y el sector que dentro de ese partido respondía obedientemente a Hipólito, miraron hacia la figura de Miguel Vargas Maldonado, con quien ya venían confrontando distanciamiento.
Fue una larga e intensa batalla que incluía presuntas amenazas de Mejía y su grupo de expulsar a Miguel Vargas tan pronto asumieran el poder, mientras al exministro de Obras Públicas, quien luego sería canciller dominicano en un Gobierno contrario, nunca se le vio lanzado a las calles haciendo campaña a favor de Hipólito.
El devenir político en el PRD traería maniobras y tácticas de Miguel Vargas que evitarían su expulsión del partido, lo que condujo a sus adversarios internos a una decisión mayor: la formación de una nueva entidad política que se llamaría Partido Revolucionario Moderno (PRM), poco más de dos años después.
Danilo asume
Danilo Medina, quien gana a fuerza del gran apoyo que entonces le diera el presidente Leonel Fernández, iniciaría su Gobierno con una nueva forma de gobernar, implementando acciones como las denominadas visitas sorpresa, trasladándose a distintos puntos del país para conversar allí con productores agropecuarios.
En su Gobierno fue excluyendo de manera paulatina a importantes figuras que dentro del PLD obedecían a las orientaciones de Leonel Fernández, situación que fue agravando un distanciamiento que estaba encaminado y que iba a concluir con el más importante rompimiento de ese partido.
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