La Cueva de la Arena es uno de los principales puntos de interés de un espacio protegido, solo se puede llegar en barco al pequeño embarcadero que se adentra en el mar desde su pequeña y encantadora playa, está localizado en el Parque Nacional de los Haitises.
La caverna tiene una longitud aproximada de 940 m y discurre a lo largo del acantilado de la costa de la bahía de Samaná, esta magnífica cueva fue utilizada por los indios taínos y la decoraron con su arte precolombino, llegando hoy a un increíble número de veintidós pictografías, seis petroglifos y dos bajorrelieves.
Ya en la entrada de la cueva se pueden ver los bajorrelieves en forma de cabeza humana, además, la cueva en sí es de interés para el visitante, ya que durante el recorrido se pueden encontrar charcos o pequeñas lagunas de agua de mar que se filtran, a través del suelo o entrando a través de las aberturas de las cuevas.
Como valor agregado, aunque la puerta principal sea la que da a la playa, a lo largo de la cueva se encuentran cinco aberturas que dan al exterior y desde las que se puede acceder al mar desde la cueva, concediendo unas hermosas vistas desde dentro como si fuesen auténticos balcones naturales hacia parque nacional Los Haitises.
Se puede observar en el interior de la cueva imágenes de rostros tallados en la piedra por antiguos habitantes, también hay estalactitas. Los senderos por donde transitar están bien señalados y delimitados.
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