EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Conocí personalmente al hoy respidente Luis Abinader, en una reunión en el año 2011, me lo presentó Adolfo Pérez y quien fue testigo de nuestro encuentro.
Desde el primer momento que compartimos, me dí cuenta de la firmeza de sus ideas y sus nobles intenciones. Me habló de su interés de aspirar a presidente para realizar acciones que en ese momento parecían un sueño, pero que hoy, cuatro años después de su primer gobierno, son una realidad.
Inmediatamente salimos del encuentro, Adolfo y yo comentamos sobre la necesidad de crear grupos de apoyo en favor de su candidatura y desde entonces empezamos a trabajar, primero para convertirlo en candidato presidencial del PRM y luego para hacerlo presidente de todos los dominicanos y dominicanas.
Cuando empezamos, nos hacían burlas porque en ese momento, nuestros adversarios del PLD, parecían imbatibles e incluso a lo interno nuestros propios compañeros nos cuestionaban nuestra decisión de ir de la mano con un hombre joven.
Hoy en día, al ver convertidas en realidad, muchas de las cosas que Luis Abinader mencionó en aquella reunión y que entonces parecían imposibles de lograr, me imagino que mucha gente estará sintiendo la sorpresa y el impacto que sentí yo cuando le conocí.
Entonces, si esas ideas y esos planes, él los tenía sin la experiencia que tiene hoy, de cuatro años como presidente, imagínense los planes e ideas que tiene que tener ahora, luego de haber gobernado nuestro país, durante su primer mandato presidencial.
Es por esto que entiendo que nuestro país en sentido general y nuestro partido Revolucionario Moderno, de manera particular deben reconocer, aceptar y entender que estos tiempos son tiempos de Luis Abinader.
No es tiempo de lanzar aspiraciones presidenciales, no es tiempo de pensar en dividir nuestra base de sustentación política, no es tiempo de diluirnos en campañas de aspiraciones estériles. Es tiempo de Luis Abinader, es tiempo de unir voluntades y esfuerzos junto a él para que su segundo mandato de gobierno sea mejor que el primero, es tiempo de concentrarnos en apoyarle para que haga mejor, lo que ya ha venido haciendo bien.
La autora es abogada.