Elecciones, At Dominican y sus coberturas
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Estas elecciones, las de 2020, fueron excepcionales porque entre otros factores, se celebraban en una fecha diferente a como estaba establecido constitucionalmente y a la vez, era un proceso que resultaría de nefasta recordación para el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que se dividía casi en dos mitades, para casi inmediatamente después sufrir una humillante derrota electoral, en la que no sólo perdería el control de la Presidencia tras 16 años corridos, sino que también le arrebatarían sus fuerzas predominantes en el Congreso Nacional.
Estos comicios también traían de particular el debut dirigiendo los destinos del país, de un partido relativamente de recién formación, el Revolucionario Moderno (PRM), que con la mutual de Luis Abinader y Raquel Peña encabezando la boleta presidencial, se estrenaría desde el Palacio Nacional.
Los aciagos momentos de la pandemia por el Covi-19, forzaron a posponer la celebración de las elecciones, las cuales deberían de llevarse a cabo el tercer domingo de mayo, pero terminaron realizándose el 5 de julio. Esto hizo que el país atravesara por un corto período de transición.
En sentido general, el ambiente electoral era entonces muy incierto y en esa atmósfera llegaron a escucharse voces que planteaban incluso la suspensión sin fecha de la convocatoria cívica ciudadana.
Los partidos políticos, en esencia los dos con mayores posibilidades de triunfo (PLD-PRM), sacaron al máximo provecho político de la pandemia a través de acciones sociales y otras novedades, en las que sin duda los peledeístas, que dirigían el Estado, se “servían con la cuchara grande”, pero al final el éxito no le iba a sonreír.
Los procesos internos
El Partido Revolucionario Moderno llevó a cabo sin mayores inconvenientes la escogencia de su candidato presidencial y fue así como Luis Abinader se convertiría, por segunda vez, en la cara de la boleta presidencial de ese partido, quien luego escogería a una prestigiosa dama y académica santiaguera como su compañera de fórmula, Raquel Peña
Sin embargo, las cosas fueron muy diferentes en el oficialismo. Allí los grandes traumas, con dimensiones que traerían consecuencias electorales fatales, se vieron en el Partido de la Liberación Dominicana, al explosionar una crisis interna que había nacido varios años atrás y que con el tiempo se venía haciendo mayor.
Era el conflicto interno por la supremacía o dominio de liderazgo a lo interno del PLD, que libraban como una especie de “batalla campal”, Leonel Fernández y Danilo Medina.
El pleito parecía volverse irremediable y para empeorar cuando Danilo hacía amagos, otra vez, de hacer modificar la Constitución de la República para repostularse e ir por un tercer período de Gobierno, lo que desató los demonios y el Congreso Nacional se volvió casi un escenario de guerra.
Una férrea defensa de la Carta Magna asumida por el expresidente Fernández, apoyado incluso por el PRM y Abinader, se manifestó en torno al edificio que aloja las cámaras legislativas, hacia donde marcharon como una expresión de rechazo unísono al intento de modificar la Constitución con fines reeleccionistas.
Una muy recordada llamada del entonces secretario de Estado de los Estados Unidos, el influyente Mike Pompeo, vendría a sellar por completo el rechazo y bloqueo de la intentona de una reforma constitucional. Danilo y su sector dominante dentro del PLD desistían del plan continuista.
Es entonces, a partir de aquí, que las diferencias Leonel-Danilo se acrecientan, tornándose frontales e insalvables.
Se pondría en marcha todo un plan del danilismo para evitar, a toda costa, que Leonel Fernández se convirtiera en el candidato presidencial del PLD.
Se llevaría a cabo un proceso interno en el que corrían varios precandidatos presidenciales, algunos de los cuales terminaron retirándose con denuncias de irregularidades internas y otros declinaron a favor de los que parecían favoritos.
Desde el comienzo de la carrera interna, Danilo y su facción dentro del PLD escogieron a Gonzalo Castillo para enfrentar a Leonel Fernández, contra quien toda la estructura del Estado apuntó sus cañones para favorecer al exministro de Obras Públicas.
El propio hoy fenecido Reinaldo Pared Pérez, abandonó la competencia denunciando preferencias y privilegios del Gobierno a favor de Gonzalo y en perjuicio de los demás precandidatos.
El día final de las primarias iba a traer sorpresa. Gonzalo Castillo aparecía en el resultado venciendo a Leonel Fernández, lo que para muchos, dentro y fuera del PLD, pareció inexplicable e incomprensible.
Leonel y su equipo político reaccionaron denunciando fraude en el proceso de votación, presentando pruebas de lugares donde se votó incluso a altas horas de la noche y otras plazas donde la cantidad de votos era mayor al número de electores.
Esto venía a ser el remate o consumación de un rompimiento que ya pendía de un hilo y es aquí cuando varios meses después Leonel Fernández abandona el PLD, proclamando en un discurso al país, que ese partido, al que perteneció durante 46 años, “ya no existe”.
Leonel formaría un nuevo partido, la Fuerza del Pueblo, con la que inmediatamente conseguiría participar en las elecciones de 2020.
Su salida del PLD, un golpe más que rudo a esa entidad política y algunas alianzas estratégicas que concertó con el PRM en demarcaciones específicas, fueron suficientes para sentenciar al partido morado que se despedía del poder tras 16 años gobernando de manera ininterrumpida.
Favorecido también por las condiciones excepcionales que había creado la pandemia, Abinader y el PRM ganan las elecciones de manera contundente.
Gonzalo Castillo ve frustrado un proyecto que para algunos desde el comienzo ya parecía inviable, por su muy notable dificultad en construir y sostener un discurso conceptual, y su deficiencia en el dominio de temas fundamentales en la agenda nacional.
Suspensión de las municipales
Antes de las elecciones presidenciales y legislativas, el país acaba de experimentar un trauma electoral, cuando por un problema técnico en el voto automatizado, la Junta Central Electoral, encabezada por Julio César Castaños Guzmán, decidió suspender los comicios municipales que debían celebrarse en el mes de febrero de 2020.
De manera específica, la JCE sustentaba la suspensión en inconvenientes presentados con las boletas automatizadas en los municipios con dicha modalidad de votación.
Castaños Guzmán explicó que la JCE al momento que procedía a la instalación de las mesas que corresponden al modelo de voto automatizado, advirtió que la boleta marcaba un error en por lo menos la mitad de los colegios.
Añadía que en la votación manual no hubo ningún inconveniente, pero que luego de consultar el parecer de la dirigencia nacional, la “JCE ha decidido suspender las elecciones a nivel general.
Finalmente, el proceso se realizó el 15 de marzo de ese mismo año y los resultados arrojaron ligera ventaja del PRM sobre el Partido de la Liberación Dominicana.
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