Después de varios años de crecimiento negativo de la minería, el gobierno debería estar tomando las medidas para revertir la caída del sector.
De extrema urgencia para el país es que el Gobierno vaya en auxilio de la operación minera de ferronickel de Falconbridge en Bonao, que está enfrentando dificultades económicas financieras que mantienen la mina cerrada en perjuicio de 3,000 empleados directos y 10,000 indirectos que viven de la mina y ya no están llevando vida a sus hogares.
El auxilio del Gobierno a Falcondo puede ser mediante un préstamo puente del Banco de Reservas para honrar los compromisos atrasados con los obreros y la nómina mensual y hasta que Falcondo consiga un préstamo blando en dólares en los mercados internacionales y mediante la aplicación de la exoneración de combustible y una gracia por un año en el pago al Estado del Porcentaje de Utilidades Netas PUN, hasta que Falcondo recupere sus finanzas. Si muere Falcondo morirá lentamente Bonao.
De urgencia también es financiar la minería artesanal de oro aluvional en el cinturón de oro de Villa Altagracia, Medina, Lechería, la cuenca del Río Haina, Duey, Miches, Monción y toda la Cordillera Central. En el cinturón de oro aluvional trabajan más de 5,000 mineros artesanales en los ríos y sacan en promedio 2 gramos diario cada uno que son 10,000 gramos. Entre todos producen 312 onzas al día a $2,000 dólares en el mercado mundial hacen $625,000 dólares diario, es decir semanalmente producen $2,760,000 dólares.
El Banco Central puede abrir y establecer estafetas de compra de oro en la zona minera y comprar todo el oro al precio mundial. Rescatar este sector sería un gran impulso para la mediana y pequeña minería artesanal porque evitaría la intermediación y la depreciación del oro por parte de los intermediarios que le compran el oro más barato: Además, dinamizaría la actividad del comercio local de compra y ventas de bienes y servicios tales como pequeños compresores, dragas flotantes, plantas eléctricas, y demás utensilios propios de la actividad. También se crearían las condiciones para instalar pequeñas plantas metalúrgicas de separación y fundición de los minerales asociados al oro, plata, cobre, zinc y minerales pesados propios de la actividad de extracción.
Los fondos de Banreservas son suficientes para captar el oro de los artesanos en las estafetas establecidas en coordinación con el Banco Central y así aumentar las reservas en oro en las bóvedas del banco. Pocos países tienen esas facilidades como son un banco del Estado comercial y reservas inagotables de oro.
Hay que iniciar una campaña educativa para que en el país de desarrolle una cultura minera como existe en otros países como México, Perú, Chile, Brasil, Venezuela; en la franja de oro del arco del Orinoco. Las familias más ricas de estos países tienen su origen en la minería. En México las familias Garza, Valenzuela, González, son algunos ejemplos. Lo mismo sucede en Chile, Perú, Ecuador, Brasil. El pueblo pobre en el cinturón de oro no ha tomado conciencia de que están sentados en un banco de Oro.
La minería sigue siendo el futuro de la economía y la que más recursos aporta al Estado dominicano.
Por: Roberto Canaán B.